En la actual gastronomía española está muy de moda fusionar los sabores y técnicas tradicionales con toques de otros países.
Uno de los más explotados está siendo Asia y cada vez más nos es familiar el sabor de determinados ingredientes orientales. Aparte de la salsa de soja que es lo más conocido a nuestro paladar se está alzando un sabor muy característico que muchos restaurantes están utilizando en sus recetas, hablo de la salsa kimuchi. Un ingrediente esencial de la cocina coreana muy salado y con toques picante elaborado a base de chili rojo y pescado en salazón.
Con esa salsa se elabora el tradicional kinchi resultante de la fermentación de col china con las diferentes especias y con él se pueden preparar desde arroces hasta sopas.
La salsa kimuchi suele venir en botes y con textura liquida, es muy fácil de utilizar, lo más común es añadir directamente al ingrediente principal y dejar macerar durante una noche en nevera para luego utilizarlo. Se corta una col en tiras, se añade la salsa y al día siguiente tienes un perfecto aperitivo o guarnición para una presa ibérica a la parrilla o un pollo teriyaki.
Otra forma muy rica de consumir es añadiendo un poco de la salsa a una mahonesa, no olvidar que no se le debe añadir sal ya que el kimuchi ya tiene bastante, hasta que esté con un sabor suave y levemente picante. Ideal para todo tipo de dipping, nachos, patatas fritas, langostinos fritos, rollitos primavera y etc.
La puedes encontrar en la gran mayoría de tiendas de alimentación asiática. El bote de 450 gr suele costar entre 6 y 8 euros.