Sus creadores se inspiraron en una popular tradición gala para imprimirle un carácter irresistible. En la Indochina colonial, los franceses, fascinados por el sutil sabor del jengibre de Cantón, comenzaron a añadir esta raíz afrodisíaca al aguardiente y al coñac. Así, esta fórmula recuerda una época de romanticismo y sofisticación, en la que lo oriental y lo europeo se fundieron, dando lugar a sorprendentes matices.
Todo en este Ultra Premium es pura seducción, empezando por una imagen realmente impactante: una botella, de forma sinuosa en oro viejo y negro. Elaborado con base de coñacs de champañas VSOP y XO, contiene jengibre vietnamita, pelado, cortado a mano, mitad caramelizado y mitad crudo. Además, para despertar su esencia fresca, se macera con miel de Provenza, vainilla de Tahití, ginseng de Túnez así como otras especias y hierbas secretas de diversos rincones del mundo. Todo el proceso es natural, sin colorantes, conservantes, ni azúcares añadidos.