Icono del sitio The Gourmet Journal

Piwi, las uvas y los vinos del futuro

Uvas Piwi

Estas variedades son más resistentes a climas complejos y reducen el uso de fungicidas

En el año 1999, se fundó en Suiza una asociación internacional llamada Piwi International, que promueve el uso de uvas resistentes a hongos. Con el paso de los años, esta asociación se extendió por el resto del mundo y hoy cuenta con más de 450 miembros de 17 países de Europa y América del Norte.

Además de ostentar la misión de minimizar el uso de los fungicidas, Piwi International se ha enfocado en encontrar variedades de uvas que sean resistentes a climas complejos, como es el caso de la variedad Solaris. Esta uva es resistente al frío, a los niveles de altitud muy elevados (su hábitat ideal está entre los 600 y los 1.000 metros sobre el nivel del mar, pero también alcanza los 1.300), y por si fuera poco, el fruto madura en promedio unas tres semanas antes que la variedad Chardonnay.

Piwi (pronunciado Pivi) es la abreviatura del término alemán pilzwiederstandsfähig que significa “resistente a enfermedades fúngicas”.

Las primeras viñas híbridas se crearon en el siglo XIX en un intento por detener la filoxera (plaga que en 1866 arrasó más del 80% de viñedos). Pero los híbridos dieron malos resultados: vinos que carecían de taninos, baja calidad, a veces de sabor desagradable y a menudo incapaces de resistir la filoxera. Sin embargo, en los últimos años, se han puesto en producción más y más variedades Piwi.

El procedimiento para obtener una vid híbrida es largo y complejo. Desde la polinización de flores femeninas con el polen de las variedades seleccionadas (vides europeas, asiáticas o americanas), hasta obtener semillas que producirán plantas que luego serán sembradas en lugares poco saludables y bombardeadas por parásitos y hongos.

A partir de los frutos de las plantas que han logrado sobrevivir, se producirá vino que la Universidad de Friburgo, Alemania, examina y, si se aprueba, se producen unas treinta plantas del viñedo madre que, solo después de treinta años de observación, se venderán a los enólogos.

Bronner, Johanniter, Souvignier gris, Cabernet Cortis, Marechal Foch o Regen son algunas de las viñas que se están consolidando. Además, en el Museo Alemán de la Viticultura se pueden observar más de 300 variedades diferentes de uvas piwi, utilizables a través de un camino educativo.

Hace falta impulsar el uso de las uvas piwi, pues hasta la fecha pocos productores las conocen. Los que saben de ellas, las entienden como una variedad específica para áreas difíciles, donde las condiciones climáticas son extremas.

Hoy en día, en los viñedos tradicionales gastan de media 40 millones de euros en productos químicos que contaminan el ecosistema. Abrir paso a nuevas variedades de uva puede significar un cambio positivo para nuestro planeta y para todos los que vivimos en él.

¿Ya conocías las uvas piwi?

No dejes de leer todo sobre la CLARA DE HUEVO HIDROLIZADA, LA REVOLUCIÓN GASTRONÓMICA.

Síguenos en TwitterFacebookInstagram o recibe nuestras noticias pinchando aquí.

Salir de la versión móvil