Con sólo 30 años, David Andrés participa para convertirse en el joven chef de España y Portugal
David Andrés, de 30 años, conoce bien el certamen de S.Pellegrino Young Chef, debido a que se erigió finalista de las ediciones de 2015 y 2016.
Su historial hasta llegar a las cocinas de ABaC en Barcelona, donde ejerce de jefe de cocina, le llevaron a pasar por los fogones de Neichel, El Celler de Can Roca o Hofmann, tras decidir abandonar los deportes de élite de la Selección Española de hockey en patines.
Recientemente ha sido seleccionado como semifinalista de S.Pellegrino Young Chef 2018 España y Portugal que se celebra el próximo mes de noviembre en Madrid y que competirá junto a otros nueve cocineros.
Manu Balanzino: Es tu tercera participación en S.Pellegrino Young Chef, ¿qué vas a presentar en la próxima semifinal?
David Andrés: Voy a presentar un plato de atún. La idea es dar un mensaje de respeto al producto, buscando el aprovechamiento integral de este apreciado pescado y así, un consumo respetuoso y sostenible. Es por ello, que en el plato aprovechamos partes poco frecuentes, como la cabeza, la medula, la sangre, la piel… e incluso las espinas para que de esta forma no intervenga ni cubiertos ni vajilla. “Atún 100%”.
¿Hay nervios o todavía no ha llegado ese momento?
No hay nervios, y no llegarán. Los nervios son una cosa que no va conmigo. Hay muchísima ilusión de poder conocer a los otros nueve concursantes, y el espectacular jurado que va a probar nuestros platos.
Como describirías tus dos primeras experiencias en la competición…
Inmejorables, espectaculares, inolvidables… Y me quedo corto. Que una empresa tan importante como S. Pellegrino apueste por los jóvenes es algo impresionante. Pero que además, nos brinde la oportunidad de conocer a nuestros ídolos, a los mejores chefs del mundo, es algo que ninguno de nosotros olvidará nunca más.
Y hablando de tus mentores en la competición, ¿con quién has podido cocinar codo con codo?
Con mi referente, y desde que lo conozco es aún más, mi ídolo, Andoni Luis Aduriz. La conexión y la convivencia fue algo mágico para mi. Es un número uno, y como tal, lo es dentro y fuera de la cocina.
¿Te imaginabas llegar a este punto de tu evolución en la cocina desde el momento que decidiste ser cocinero?
No, pero vengo del mundo del deporte en equipo, y sé que con trabajo y con un gran equipo, puedes llegar donde quieras.
Soy muy autoexigente, y tengo claro que estoy empezando y que nunca quiero dejar de aprender. Y trabajando mucho día a día con todo el equipo, es la única forma de aprender y tener una buena evolución como cocinero.
Y si ganas, ¿qué tienes pensado hacer?
Abrazar a mi abuelita.
¡Mucha suerte David!
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