Donostiarra, 47 años, restaurante Arzak. Es Elena Arzak.
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Su tradición familiar gastronómica y los momentos vividos desde su juventud rodeada de ollas y sartenes han convertido a Elena Arzak en un referente del sector gastronómico.
Durante las largas vacaciones estudiantiles de verano, Elena y su hermana se adentraban de lleno en la cocina. Al principio, “poca cosa”, limpiar chipirones, picar cebollas…estos momentos dieron paso al amor por el oficio.
“Los olores de cocción, los crepes de txangurro de su tía, o el arroz con leche son algunos de los acontecimientos que más recuerdo”, comenta Elena Arzak a The Gourmet Journal. “Lo más importante de mi casa era la gastronomía”.
El restaurante Arzak tiene mucha historia en sus platos, ya que la casa donde se ubica fue construida en 1897 por los abuelos de Juan Mari Arzak, empezando por bodega de vinos y taberna, y más tarde evolucionó a casa de comidas.
La primera estrella Michelin fue concedida en el año 1974 y actualmente posee tres galardones galos y se ubica en el puesto 21 de la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo.
[pullquote]“En mi cocina siempre predominará el buen gusto”[/pullquote]Una comida en la que Juan Mari sigue aportando su punto de vista con claras raíces vascas, “sin perder nuestra propia identidad y personalidad”, y en palabras de Elena; que ha pasado por las cocinas de La Gavroche (Londres), Louis XV (Montecarlo), Pierre Gagniere (París) o El Bulli (Roses); “mi padre siempre ha sabido interpretar qué quería el cliente”. Algo fundamental para el éxito empresarial.
Otro punto importante es la exigencia, “si en tres meses no se queja ningún comensal es que estas muerto”.
Hablamos con Elena Arzak sobre sus primeros pasos en la cocina, las últimas tendencias en platos basados en buscar el “sentido del humor” y su futuro más inmediato.
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