Pelar y cortar las patatas en láminas finas. Reservar.
En una sartén, calentar el aceite de oliva virgen extra y saltear las setas a fuego fuerte. Salar.
En una olla pequeña, añadir la nata líquida, el diente de ajo laminado, el queso Gorgonzola, pimienta negra, nuez moscada y las hierbas frescas.
Hervir la mezcla y rectificar de sal.
En una fuente de barro, colocar una base de bechamel, luego una capa de patatas laminadas, el salteado de setas y, nuevamente, un cucharón de salsa.
Repetir las capas hasta cubrir bien la fuente y finalizar con una capa de patatas, bechamel, queso Cheddar rallado y algunas setas.
Hornear a 180 °C durante una hora. Pinchar con un tenedor para comprobar que la patata esté tierna.
Retirar del horno y servir.