El caviar blanco procedentes de las huevas de caracol puede llegar a costar más de 5.000 euros.
Todos estamos ya familiarizados con las huevas de diferentes tipos de pescados, que a través de un proceso de salazón, se transforma en el famoso ¨caviar¨ que consumimos. Detallo caviar entre comillas porque histórica y académicamente solo se define caviar a las huevas del esturión. Tras el invento de las esterificaciones, se popularizaron variados tipos de sucedáneos en el mercado.
Un producto que está dando mucho de qué hablar es el famoso caviar blanco, las huevas de caracol, muy cotizados ya en la cocina francesa y que poco a poco van cogiendo su merecida fama aquí en la nuestra península.
Son pequeñas perlas blancas procedente del caracol de la especie Hélix Aspersa, donde se tiene que esperar cerca de 4 meses para que el alevín alcance su madurez. Se separan en pequeños cestos y al enterrarse empiezan a soltar las huevas, luego con mucho cuidado se vacían los cestos hasta separar los huevos. Es un trabajo muy delicado y 100% manual, y para obtener un kilo de huevas son necesarios cerca de 30 mil caracoles. De ahí su precio tan elevado ya que llega a costar hasta 5.000 euros el kilo.
Gastronómicamente son bastante versátiles, ya que se les puede añadir algún sabor dejando macerar en algún vino o con algún tipo de sal diferente. Tienen un sabor a campo increíble y una textura firme a la hora de comer en crudo.