La cocina informal está tomando la calle y los restaurantes buscan adaptar su visión del concepto Street food para atraer más clientela.
La comida callejera se va abriendo camino en el paladar de los malagueños y se hace hueco como nueva tendencia gastronómica.
Cansados de seguir las normas, restauradores y clientes, apuestan por establecimientos más desenfadados y, a la vez, más tradicionales. Reflejo de ello, las tabernas ‘El Papelón’ en Sevilla o ‘Volapié’ en Málaga.
Subirse a este carro puede ser positivo, pero a veces provoca un cambio irreversible en el local de restauración: el propietario, ilusionado por las nuevas ideas, modifica radicalmente su concepto, apostando por otro que parece ajustarse un poco más a la corriente actual.
Para poder acertar, hay que sentar la base: ¿Cuál es el estilo de cocina que se adecúa más a mi actual concepto food? Una vez resuelta esta cuestión, se podrá plantear una carta más acorde al nuevo target group y, finalmente, aceptar las nuevas críticas con el fin de introducir pequeños cambios que agraden a los que han estado ahí y a los que vendrán.
Existen numerosas alternativas que pueden dar ese toque Street food a la cocina, sin modificar desde los cimientos el restaurante. Las sugerencias del día adaptadas a los productos de temporada, los cartuchitos, los finger food e incluso las tablas de embutidos son buenas propuestas para otorgar modernidad a los clásicos.
Los pintxos vascos se colarán en las barras malagueñas, premiando la materia prima por encima de los adornos y tratando de desbancar a las tradicionales tapas. Cambios de soportes y elaborada preparación que hacen que un trocito de pan sea un deleite.
Innovar, pero con fundamento.
Esperamos tu opinión al respecto…