Cortar los muslos de pollo en pequeños trozos sin retirar la piel por completo.
Primero, pelar la cebolla y los dientes de ajo. En un bol, con la ayuda de un rallador, rallar bien ambos alimentos.
A continuación, añadir el yogur griego, el tomate concentrado y las especias. Terminar con el aceite de oliva virgen extra, un toque de pimienta negra y una pizca de sal.
Añadir el pollo previamente cortado y dejar macerar durante varias horas.
Pinchar el pollo macerado en palos de brocheta, pueden ser metálicos o madera.
Hornearlos a 220 grados durante 10 minutos para que estén jugosos.
Mientras se cocinan, mezclar el yogur con un diente de ajo rallado, zumo de medio limón, menta picada y orégano. Reservar en frío.
Para la salsa picante, mezclar todos los ingredientes.
Calentar ligeramente el pan árabe, untarlo con el aceite picante, disponer los muslos de pollo macerados y terminar con la salsa de yogur.
Si se desea, acompañar de una cebolla morada cortada muy fina ligeramente escabechada con zumo de limón y hojas de perejil para aportar frescor.