En un bol o sobre una mesa de mármol, mezclar la harina, la levadura y la sal. Mover ligeramente y añadir el agua y el aceite de oliva.
Amasar bien y dejar fermentar la masa cubierta con un trapo limpio de cocina.
Untar la sartén con aceite de oliva y disponer la masa, de un grosor aproximado de un centímetro, formando un borde ligeramente alto.
A continuación, añadir el queso provolone rallado al momento, gajos de cebolla morada, aceitunas negras y tomates cherrys cortados por la mitad.
Terminar con aceite de oliva virgen extra, orégano fresco y sal.
Hornear a 180 grados durante 35-40 minutos.
Por último, añadir unas cucharadas de crema agria, hojas de albahaca, rúcula y ralladura de lima o limón.