Los churros, una tradición española

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Las primeras churrerías aparecieron en España en el siglo XIX

Imprescindibles de la gastronomía española, los churros son el dulce favorito de desayunos y meriendas tanto para los niños como para los adultos. No hay nada mejor que unos churros con chocolate caliente en una mañana de frío y lluvia, pero también podemos disfrutar de ellos en cualquier época del año.

La historia de los churros

Hay mucho debate sobre el origen de los churros, ya que existen diferentes versiones procedentes de varios tipos de cocina. Unas de las teorías más populares es que se inventaron en China, donde se llamaban “you taio”. Llegarona Europa gracias a los marineros portugueses que los llevaban con ellos de vuelta al continente.

Sin embargo, también se puede atribuir este alimento a los árabes, cuyo buñuelo tenía una masa y preparación muy parecida a la de los churros. Sea cual sea su origen, lo cierto es que en España siempre ha sido un alimento muy importante, empezando por los pastores nómadas que vivían en las montañas, ya que es una comida que lleva pocos ingredientes y es muy fácil de preparar 

Desde que los churros se popularizaron en España, han formado parte de la dieta cotidiana. Aunque la profesión de churrero ya existía en el siglo XVII, las churrerías empezaron a aparecer como establecimientos en el siglo XIX. La famosa churrería madrileña San Ginés abrió en 1894, un local que es parada obligatoria en Madrid, donde puedes disfrutar de churros o porras con chocolate a cualquier hora del día o noche.

Los churros han ganado mucha fama fuera de España y es fácil encontrarse con esta preparación en distintas partesdel mundo. En México se suelen espolvorear con azúcar. También son muy comunes en el sudeste de Asia, principalmente en Tailandia, Indonesia y Filipinas.

Como hacer churros caseros

Es muy fácil conseguir churros en España, ya que se pueden pedir en cualquier bar de desayunos o en las varias churrerías que encontrarás en diferentes ciudades. Sin embargo, es una receta bastante sencilla de hacer en casa, ya que solo lleva harina de trigo, agua, sal, aceite y azúcar.

Simplemente hay que hervir 250 gr. de agua con una cucharadita de sal y, una vez caliente, mezclar con 250 gr. de harina. Con una cuchara de madera, mezclar la masa, la cual quedará muy pegajosa. Mientras tanto, calentar un sartén con abundante aceite de oliva suave o aceite de girasol (deberá llegar a unos 200 grados).

Pasar la masa a una churrera o manga pastelera, dejar caer y cortar al tamaño deseado. Cocinar a fuego medio hasta que se cocine por dentro y esté crujiente por fuera. Dejar reposar en un plato cubierto con papel de cocina para quitarles el exceso de aceite. Espolvorear con azúcar normal o azúcar glass antes de servir.

Disfruta de los churros con chocolate caliente, café con leche o solos. Lo cierto es que siempre serán un desayuno o merienda de lo más satisfactorio.

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