Trufa negra, el oro de la alta cocina

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Laumont lleva más de 30 años seleccionando las mejores trufas frescas para llevarlas directamente del campo a la mesa.

Considerada como el oro negro de la gastronomía, la trufa negra –cuyo nombre científico es Tuber Melanosporum– es una de las variedades de hongos más valorados por la alta cocina. Su potente aroma y su intenso sabor hacen de este producto un excelente manjar codiciado por los paladares más selectos.

La trufa negra posee una piel muy fina color negruzco con tonos violetas, mientras que en su gleba o carne se observan vetas blanquecinas cerca de la piel y un negro violáceo hacia el centro de la misma. En España, mayor productor a nivel mundial, se recolecta de noviembre a marzo en bosques de encina situados entre los 500 y 1.000 metros de altura.

Trufa negra fresca
Trufa negra fresca de Laumont Shop

Esta delicia gastronómica, que durante siglos fascinó a reyes, filósofos, cocineros y sibaritas, hoy puede estar en tu mesa gracias a la empresa Laumont, que lleva más de 30 años seleccionando y limpiando a mano las mejores trufas para satisfacer a sus clientes. La pasión por el trabajo bien hecho y su compromiso con la excelencia marcan la historia y la visión de futuro de Laumont.

De exquisitez inconfundible para los amantes de la buena mesa, la también conocida como trufa negra del Périgord destaca por su intenso aroma con toques picantes y la exquisitez de su sabor ligeramente amargo. Este producto no admite ningún tipo de cocción por lo que se utiliza básicamente para decorar y otorgar un característico sabor a los platos de pasta, las ensaladas, etc. “Es importante combinar con sabores suaves para poder apreciar toda la magnificencia de la trufa negra”, explican desde Laumont, que actualmente exporta este ‘diamante negro’ a más de 30 países de todo el mundo. Además, como señalan desde la empresa, es un producto que da mucho de sí por lo que no hace falta una gran cantidad para deleitarse con su sabor.

Trufa negra, el oro de la alta gastronomia
Trufa negra, el oro de la alta gastronomia

El mejor modo de consumir la trufa negra es hacerlo en fresco, pero para poder utilizarla durante todo el año se recomienda su congelación. Así, cuando se precise su uso, se retirará únicamente la cantidad deseada, evitando que se descongele el resto. Además, para garantizar la conservación de sus propiedades, es necesario envolverla con film transparente. “Es importante asegurarse de que la trufa no respire, pues de lo contrario perderá su aroma”, aconsejan desde Laumont, cuya trayectoria está marcada por la innovación constante, el rigor y la cultura de equipo con un único objetivo: seleccionar siempre lo mejor.

Laumont cuenta con dos centros de selección en Tàrrega y Valladolid, dos posiciones estratégicas para estar lo más cerca posible de las zonas de producción y entregar los productos con la mayor frescura posible en los mercados centrales de Madrid, Barcelona y Bilbao. También poseen una tienda online –Laumont Shop– desde la que tramitan pedidos nacionales e internacionales en 24 horas, en frío y muy seguros para que las trufas vayan directas del campo a la mesa. El producto se envía con un packaging de porexpan diseñado para garantizar la máxima calidad, aroma y frescura, sin romper la cadena de frío durante todo el recorrido.

Ver: SOLOMILLO WELLINGTON TRUFADO

Fotos: Laumont Shop

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