Viajamos a Francia para conocer de cerca uno de los destilados más antiguos del país galo, Armagnac Castarède.
La Maison Castarède es la casa más antigua de Armagnac inscrita en el registro de sociedades. Fundada en 1832 por los antepasados de la familia, la empresa continúa hoy en día en manos de la misma, en su sexta generación, regentada por Florence Castarède.
Además de los almacenes de Lavardac a orillas del rio “La Baïse”, con un especial microclima que los hace ideales para el envejecimiento de las barricas, la Maison Castarède es propietaria del Château de Maniban, construido en el siglo XVI, rodeado de viñedos propios. En sus casi 170 años de actividad ininterrumpida, Castarède ha atesorado diferentes aguardientes, siendo hoy en día una de las casas de Armagnac con mayor gama propia de millésimes, actualmente desde 1881, en stock.
La gama de Castarède se compone de los clásicos VSOP, Napoleon y Hors d’Age y de más de 70 millesimes o añadas diferentes.
Algunas añadas de Castarède y sus cualidades
VSOP: Color ámbar, claro y limpio. Nariz muy fresca y natural. Boca marcada por una sensación de frescor, con aromas de ciruela.
NAPOLEON: Color ligeramente cobrizo. Nariz con aromas de ciruela y frutos secos. Boca suave con algunas notas de rancio.
HORS D’AGE: Color cobre intenso. Nariz con aromas a cuero y ciruela madura. Boca con ataque muy suave, ciruela madura y especias (Medalla de ORO (Best in Class) en la IWSC 2008).
AÑADA 1979: Caracterizada por sus aromas frutales, principalmente melocotón y ciruela y su larga permanencia en boca.
AÑADA 1969: Color caoba cobriza, con nariz a maderas exóticas, caja de tabaco y clavo. Muy fresco. Final a especias y tabaco.
AÑADA 1950: Color ámbar claro. Aroma de fruta confitada y flores secas. Muy delicado, untuoso y aterciopelado. Fondo de copa afrutado.
AÑADA 1934: Nariz increíblemente rica y elegante, el ataque en boca es franco surgiendo aromas de especias y regaliz. Final muy largo y rico.
AÑADA 1900: Profundo color ámbar con reflejos verdes y brillantes. Bouquet exquisito con rancio, ciruelas, especias y un toque de vainilla. Muy largo.
Y para el disfrute del Armagnac…
Se sirve en pequeña cantidad en copa balón o tulipa que permite la concentración de aromas. Al hacerlo rodar suavemente disfrutaremos con sus tonos ambarinos y cobrizos. Ya en reposo se apreciarán las lágrimas que resbalan por las paredes de la copa. La nariz es muy expresiva con notas dulces, frutales, especiadas, florales… Pasearemos pequeños sorbos por la boca hasta que nos impregne de todos sus matices. La copa vacía mantiene un delicado aroma, ya sin alcohol presente. Es el característico “fondo de copa” del armagnac.