Su consumo se empieza a hacer cotidiano debido a sus amplias propiedades
La quinoa es el grano más nutritivo que existe en el planeta. No en vano es considerado desde 1993 por la NASA como el producto más apto para garantizar el soporte alimenticio de los astronautas en condiciones de aislamiento. Otro dato que certifica su valor es que el 2013 fue declarado por la FAO el año de la quinua o “trigo inca”.
Esto se debe a su alto contenido de proteínas, por encima del 11 por ciento, que lo convierten en el único grano que reúne, por encima del arroz, el trigo, la cebada y la soja, los aminoácidos más importantes para la vida.
En Perú existen alrededor de 3.000 tipos de quinoa, siendo el primer productor y exportador a nivel mundial. Estados Unidos es uno de los grandes consumidores. Las cifras de consumo aumentan cada año debido a la demanda de alimentos más nutritivos, orgánicos, saludables y ricos.
Aunque el grano más conocido sea el de color blanco, también destacan la quinoa o quinua amarilla, rosada, roja, gris y negra. Las diminutas semillas de esta última concentran gran cantidad de nutrientes y la convierten en el alimento más proteico. Además contiene litio lo que supone un buen regulador del estrés y la depresión, magnifico antiinflamatorio y cicatrizante natural.
La quinua posee más hierro, calcio y fósforo que el huevo o la carne, pero, eso sí, sin grasa, colesterol ni gluten, y con altos contenidos de Omega 3, Omega 6 y Omega 9.
En Málaga, en la Vega de Antequera ya se empieza a cultivar este pseudocereal originario de los Andes y más rentables que los cereales de corte tradicional.
Este “boom” ha llevado a elaborar productos con quinoa de base, más allá de las ensaladas o platos fríos. Hay incluso pasteles elaborados en su totalidad con quinoa. Digno de ser incorporado a la dieta diaria.