El pan carasau, también conocido como “papel de músico”, es típico de la isla italiana de Cerdeña. Se presenta en finas láminas circulares muy crujiente. Está elaborado con harina blanca, sémola de trigo duro, agua y sal.
Aunque ls fórmula parezca simple hay que entrenar mucho para conseguir la textura deseada. Su peculiaridad es la doble cocción: primero se hornea a alta temperatura, una vez suba la masa se parte por la mitad y se vuelve a cocer, haciendo que se endurezca y aguante bastante bien la humedad.
Me gusta mucho su textura a la hora de preparar elaboraciones que hay que tener listas con antelación y requiera que el pan aguante la humedad hasta que llegue al comensal.
Ideal para tostadas con algún tipo de sopa fría como salmorejo o ajo blanco. Da mucho juego pintándolo con aceite aromatizado con hierbas y dando un toque crujiente a algún caldo o crema.
Pero la mejor utilidad que le doy es a la hora de preparar algún coctel o canapé. Se puede hidratar nuevamente con agua o algún líquido, y se vuelve maleable sin romperse, tomando la forma que quieras darle. Por ejemplo, puedes formar conos y volver a hornear a 180ºC hasta que este seco y luego rellenar de alguna crema o farsa. Se pueden rellenar los conos con antelación y seguirán crujiente a la hora de servir.
Para un aperitivo que preparo hidrato el carasau en agua de mar y le doy forma de concha de ostra. Después de seca la pinto por fuera de color nácar y la relleno con una crema de ostra y caviar.
Suele venir en cajas de 1 kilogramo y su precio ronda entre 10 y 15 euros.
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