Los hermanos García apuestan por un concepto basado en el original bistró francés
Hace algunos meses, los hermanos García, Víctor al frente de la cocina, y Mario, en la sala, emprendieron nuevos horizontes gastronómicos y abrieron en la calle Sepúlveda (Barcelona), en pleno barri de Adrià, un bistró, Plata Bistró; un concepto del que el cocinero había tomado buena nota a su paso por Suiza, pero que también ha desarrollado en la Terraza del Casino o Arzak.
“Intentamos ser un bistró de los pies a la cabeza, un espacio bistronómico con buen precio y cocina tradicional renovada”, explica Víctor García mientras me enseña la carta que se proyecta encima del pase de la cocina. “Aquí no hay carta de papel, solo una proyección, que cambia dependiendo del mercado”, argumenta su hermano Mario.
Aquí se respira simplicidad, precios ajustados al concepto de bistró y sobre todo, buena cocina. “Calculamos unas 30 raciones de cada plato, en cuanto se termina, cambio la receta, no repetimos la misma elaboración. La fórmula es no aburrirme cocinando y que el cliente vuelva a ver qué hay en la carta”, señala el cocinero.
En la mesa

Ya sentado en la mesa, Víctor me sugiere empezar con un tataki de presa ibérica, pimentón dulce, soja, cebollas encurtidas y pera caramelizada. Los toques de encurtido destacan en la elaboración con una cierta sutileza.
Sublimes los puerros con una cremosa y suave salsa tártara que los terminan con unos granos de granada. Aunque el puerro tiene un sabor suave, la salsa le aporta ese toque ácido propio de los pepinillos que hacen sobresalir una chispa al plato.

Sin palabras el lomo de bonito en escabeche. Cocción y ejecución perfecta que hacen ver que García sabe bien lo que busca en el mercado, aportándole un punto de distinción sin sobrepasar el propio sabor del producto.
No me dejaron marcharme sin probar los callos, una receta que sigue las pautas de la abuela de los hermanos que los elaboraba en los años 70 en el bar que tenía en Teruel, en la Plaza del Torico, pleno casco antiguo de la ciudad.

El momento del pescado llegó con un lomo de corvina con cebolla en tres versiones: puré, caramelizada y salteada.
Y para terminar y fiel a su concepto de bistró, Víctor me propone un rabo de toro guisado a fuego lento que luego desmenuza y termina al horno, acompañado de una parmentier de patata y servido en cocotte.
El postre, sin duda, dispara ese punto innovador del joven chef, con un pastel de zanahoria, boniato, calabaza y yogurt. Se termina con un helado de naranja sanguina en la búsqueda del color naranja pero más allá de eso, la temporalidad y el sabor.
Premisas que se tienen bien claras en este bistró catalán. No lleva mucho tiempo pero, sin duda, se convertirá en un sitio solicitado si se quiere comer como en casa.
Más información
Plata Bistró
Carrer de Sepúlveda, 23, 08015, Barcelona
Teléfono: 935 16 91 30
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