Conocido como el “Rey de los Tés” y reservado durante años para emperadores, el Té Blanco procede de jardines sagrados y cosechas limitadas.
Los brotes se recolectan a mano, en primavera cuando empiezan a despuntar. Se seca al sol de forma natural, por lo que los brotes se conservan enteros. Se trata del té más rico en antioxidantes, el más difícil de encontrar y, probablemente, el más caro del mercado. Un pequeño lujo para nuestros clientes con origen y originalidad.
El Té Blanco es originario de Fujian (China) donde se recoge en las montañas de esta región en la primavera. Se trata de un té muy especial, ya que únicamente se pueden recolectar las hojas de la planta de Té, llamada “Camellia sinensis”, cuyas puntas son blancas y están recubiertas por un vello blanquecino. La recolección se realiza en abril, en estas fechas es cuando los brotes son tiernos.
Esta variedad de Té es una de las más puras del mercado, por ello, aunque en muchas ocasiones lo encontremos mezclado con diferentes aromas o ingredientes, este Té nunca debe mezclarse. Para los expertos, como Beatriz Parreño, combinar un Té Blanco con cualquier sabor sería comparable al beber el mejor vino del mundo macerado con un refresco.
Como preparar el Té Blanco
Al igual que cualquier otro tipo de Té o infusión, el Té Blanco tiene sus tiempos de infusionado. En este caso es de 3 minutos. Su preparación es rápida y sencilla, para ello tan sólo necesitamos calentar el agua hasta justo antes de que empiece a hervir. Pero si hierve, tampoco pasa nada. En el filtro que usemos, echamos una cucharada de postre de té por cada taza a servir. Vertemos el agua y lo dejamos reposar 3 minutos. Transcurrido dicho tiempo, retiramos el filtro y nuestro Té Blanco está listo para beber.
Propiedades
El Té Blanco, como hemos señalado, es el más puro de todos y contiene una gran cantidad de antioxidantes. El mejor momento para tomar este té es por la mañana en ayunas. Ya que sus grandes propiedades serán absorbidas mejor por nuestro organismo. Entre las distintas propiedades que se le atribuyen destacan las siguientes:
- La gran cantidad de polifenoles que tiene el Té Blanco es la razón por la que ayuda a aumentar las defensas de nuestro organismo y combate el envejecimiento celular.
- Su alto contenido en flúor nos protege contra las caries dentales.
- Es un gran aliado de la concentración y la memoria.
- Ayuda a reducir los niveles de colesterol ‘malo’ (LDL)
- Contribuye a disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
¿Cuál es tu té favorito? ¡Cuéntanos!
P. D. Recuerden que estamos en Twitter: @gourmetjournal y Facebook.