La época de oro del cacao fino de aroma

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La fiebre del cacao ecuatoriano se produce a finales del siglo XIX y principios del XX. El país vive una bonanza económica jamás experimentada.

Producción de cacao fino
Producción de cacao fino

La obra pública en Ecuador se nutre de ingentes recursos provenientes del sector cacaotero. Se crea el Banco Agrícola y Ganadero con dineros de los exportadores de cacao, quienes para ese entonces pasaban largas temporadas en Francia disfrutando del producto de sus haciendas.

Importaron a la capital de la Provincia de Los Ríos, Vinces, varias de las costumbres europeas, desde la moda hasta la gastronomía y estas fueron rápidamente adaptadas por los lugareños. Las excentricidades se veían por todo lado, uno de estos hacendados trajo un hidroavión para viajar hasta Guayaquil en 45 minutos, y así estar presente el los embarques de su producto en este puerto. Otro caso, el Conde de Mendoza, quién por efecto de su fortuna compró su titulo nobiliario y desposó a una francesa.

Plantaciones de cacao
Plantaciones de cacao

El poder económico y político de “Los Gran Cacao” era incalculable al igual que las extensiones de sus propiedades, Pedro Aspiazu Coto, llegó a poseer mas de cien mil hectáreas de cultivos de cacao del millón de hectáreas de tierra de las que su único era propietario. Y al igual que en la época feudal, desposaban a las herederas de las familias vecinas para agrandar sus tierras como lo hicieran las familias Aspiazu y Seminario, que mediante un enlace matrimonial casi duplicaron sus feudos. Esta familia se conformó con la “crema y nata” de poder económico de aquel entonces. Familia que subsiste, ya no con tanto abolengo,  hasta el día de hoy.

París Chiquito
París Chiquito

Las haciendas cacaoteras se construían con las maderas mas nobles que se encontraban, los tapices franceses y gobelinos italianos adornaban el interior de cada una de ellas, mármoles italianos, vajillas inglesas de porcelana complementaban el pintoresco escenario. Los ríos Daule y Babahoyo empezaron a poblarse de vapores y  a Vinces se la empezó a conocer a nivel mundial como París Chiquito.

Pero como toda historia, esta también tiene un final, y viene dado por dos enfermedades “la escoba de bruja” y “la monilla” además acompañadas de la II Guerra Mundial, estos tres motivos influyeron enormemente en la producción de la “pepa de oro” en Ecuador.

Para aquel entonces Francia, Inglaterra y Holanda, empezaron a sembrar cacao en sus colonias en África, consecuentemente la producción de cacao en Ecuador bajó, la gente abandonó sus haciendas  y los “Gran Cacao” poco a poco dejaron de ser tales.

Pero no solo la gran cantidad de cacao que poseía el Ecuador fue lo que hizo que este producto agrícola sea reconocido a nivel mundial, lo que cautivó y cautiva todavía al mundo es su perfume y el sabor fino tremendamente aromático que tiene cada una de las almendras que se producen por estas tierras. Arriba, Balao, Bahía de Caráquez, Manabí y Esmeraldas eran las variedades mas apetecidas por el mercado internacional del chocolate y que hasta ahora se producen.

Cacaotero
Cacaotero

La calidad del cacao Ecuatoriano.

Es importante hablar de esta característica de nuestro cacao en donde los atributos de aroma y sabor son únicos y considerados, como ya lo dijimos, uno de los mejores del mundo. El cacao ARRIBA, como se lo conoce hoy, gracias a la Denominación de Origen que obtuvo este producto vegetal, conquistó en el siglo XIX el mercado europeo sobretodo España, que era el país que recibía anualmente la mayor parte de la exportación.

Hoy, el Ecuador le apuesta una vez más a la calidad sobre la cantidad, no ha perdido su reputación de poseer una de las variedades mas apetecidas del mundo. Los Gran Cacao han desaparecido y en la actualidad la producción de la “pepa de oro”, está en manos de muchas familias con pequeñas extensiones de terreno.

La Consentida y Juanka
La Consentida y Juanka

En mi recorrido en busca del mejor cacao del Ecuador, llegue hasta Abras de Mantequilla, un hermoso humedal en la Provincia de Los Ríos, donde quedan algunas buenas haciendas cacaoteras. Ahí conocí a la familia Caicedo segunda generación de herederos de Los Gran Cacao, hoy mantienen la hacienda Rancho Grande y producen un cacao fino de aroma de excelente calidad que lo exportan a una chocolatería en Suiza.

Una de las cosas que mas me llamó la atención de este lugar, es la manera como secan el cacao, y es que usan un tendal (secadero de frutos) hecho de caña guadua, una especie de bambú originario de esta parte del mundo y en donde el aroma embriagante de la fermentación de estas almendras te envuelve y te transmite una paz y tranquilidad únicas, claro acompañadas de la naturaleza y el silencio del sector.

Tendal de Cacao
Tendal de Cacao

Otra cosa de la que disfruté enormemente, fue con la calidad de la gastronomía de Mina Bustamante de Caicedo, la cabeza de esta familia, pues ella quien se encarga de recibir el cacao para pesarlo y ordenar que  vaya al tendal. Hablaba de la gastronomía de esta casa, y es que Mina, advierte cuando tocamos el tema: “… aquí es posible comer distinto durante 40 días seguidos… no repito ni un plato…”, e inmediatamente nos compartió unas  humitas* recién sacadas de la olla y sus reconocidos muchines** de yuca simplemente deliciosos.

Mina también nos contó de varios platos típicos de la zona, que solían hacerlos años atrás, pero que ahora por tiempo y falta de compañero no suele prepáralos, hablamos del pescado en canuto, que consiste en pescar un “bocachico”, “sábalo” o “chame” (pescados de agua dulce), e introducirlo en un canuto de caña guadua, enterrarlos en la arena y encima colocar leños encendidos para que se hornee dentro del canuto en sus jugos con sal.

Cacao Fino - 3Y como la conversación empezó a girar en otra de mis pasiones, la gastronomía, y con lo deliciosos de los muchines y las humitas, empezamos a tomar confianza y ahí si de una soltó Mina sin pregunta alguna, que la cocina rural la de campo toma mucho tiempo, que preparar los alimentos empieza muy temprano a las 04h00 con los leños calientes y el agua hirviendo.

La primera comida, el desayuno está compuesto de leche, bolones de verde***, y maduro asado, con la particularidad de irlo cocinando de apoco y muy despacio para que no se queme, si el marido veía uno “negrito”, se ponía bravo. La mesa estaba acompañada de una buena selección de jugos de frutas tropicales como: guanábana, badea, toronja blanca, tamarindo, coco, grosella y hasta marañón, dependiendo la temporada. Acá tenemos muchos árboles frutales y siempre están cargados. Mina me cuenta que hoy esa tradición culinaria que a ella se la transmitió su madre ha pasado a manos de su hija Gissela, quién nos preparó una salsa picante con unas virutas de cacao, fuera de serie!…

Familia cacaotera
Familia cacaotera

Como se dice por estos lares: “barriga llena… corazón contento”, así nos marchamos de ese lugar disfrutando tremendamente de las historias de la familia Caicedo Bustamante, el camino sigue su curso y La Consentida espera para recorrer otros destinos, la ruta nos llevará hasta Santo Domingo de los Tsachilas y Esmeraldas donde nos esperan, las familias Cedeño y Nazareno respectivamente.

Los Cedeño han prometido un chocolate 80% amargo recién elaborado y los Nazareno jugo de cacao, que a propósito para ese entonces llevábamos 3 semanas para probar ese jugo del que nos habían hablado otros productores y que llegaría el momento de hacerlo.

Pero al igual que en mi anterior post, eso es materia de otro cuento. Seguimos nuestra ruta en la búsqueda del mejor cacao ecuatoriano.

*humita: pastelillo hecho de maíz tierno con queso y cocido al vapor es sus propias hojas.

**muchin: pastelillo de yuca, se raya la yuca, se mezcla con queso y huevos batidos y se frie en aceite muy caliente.

***bolones de verde: especie de bola (del tamaño de una pelota de tenis), con plátano verde cocido y majado (aplastado), mezclado con cebolla blanca larga, queso y fritos en aceite muy caliente.

Ver: El origen del cacao

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