Marqués de Arviza es una bodega diferente y muy especial que nace de la mano de una familia ligada por mucho tiempo a la elaboración de vino en Rioja. Viticultores de alma y profesión y amantes confesos del terruño y sus frutos, iniciaron hace seis años el que consideran su proyecto más personal; un proyecto que busca, más que hacer negocio, elaborar vinos muy especiales, más allá de los estándares de calidad convencionales, y dar continuidad al legado artístico, cultural e histórico riojanos. Desde su ubicación, en una de las bodegas más antiguas de la Denominación de Origen, con calados y lagos vitrificados de los siglos XVI y XVII, hasta la selección del viñedo, con cepas viejas de más de 70 años de edad, responden a una nueva forma de entender y vivir el vino como un lujo capaz de provocar experiencias Premium y sorprender a los sentidos más refinados y hedonistas.
La bodega con más calado de La Rioja
Situada en Fuenmayor, en La Rioja Alta, en el centro de la Denominación y cercana a Logroño, la de Marqués de Arviza en una de las tres bodegas más antiguas de la Denominación. Sus instalaciones datan del año 1874 y se levantan sobre más de 500 metros cuadrados de calados y lagos vitrificados originales de los siglos XVI y XVII. Tras años de inactividad y una minuciosa labor de rehabilitación, la bodega abre sus puertas perfectamente adaptada a las necesidades actuales de la elaboración del vino de alta gama y del cada vez más exigente turismo enológico, pero respetando la disposición original de los edificios y la magia que encierran sus cuevas subterráneas. Tanto las naves de guarda como el cementerio de botellas se hallan enterrados a más de 12 metros de profundidad, en cuevas de sillería que aun conservan la firma de sus canteros y que indican que se utilizaron piezas de calzadas romanas para construirlas. Sumergirse en sus profundidades es volver al pasado y comprender una manera de vivir, la de la gente de Fuenmayor, que ocupaba la mayor parte del año en sus viñedos y aprovechaba el invierno para construir sus bodegas y calados. Los calados de Marqués de Arviza, levantados piedra a piedra sobre arcos de medio punto, representan así largos inviernos de trabajo y constituyen una joya única del patrimonio artístico y cultural riojano, además de proporcionar las condiciones de temperatura y humedad idóneas para la maduración del vino.
Separado del edificio principal de la bodega pero unidos entre sí por el entramado de calados, se encuentra la zona social, un edificio del siglo XVII donde se ubicaba un lago convertido hoy en una amplia sala con techos altos y artesonado de vigas de madera, ideal para celebrar todo tipo de eventos y completar una visita a una de las bodegas con más “calado” de La Rioja.
Marqués de Arviza cuenta con 38 hectáreas de viñedo propio, con cepas de hasta 70 años de antigüedad de las variedades Tempranillo (25 Ha.), Graciano (10 Ha.) y Garnacha (3 Ha.). Los viñedos se encuentran repartidos en pequeñas parcelas en Alberite, Fuenmayor, Ribafrecha y La Unión, cada una de ellas minuciosamente escogida para el adecuado desarrollo de cada varietal por las cualidades únicas de su terruño, altitud y exposición solar. Para la elaboración de sus vinos, sus propietarios buscan trasladar la identidad del terruño a la botella de la forma más natural posible y, por eso, apuestan por una viticultura tradicional, artesanal y 100% ecológica, con una exigente vendimia manual y posterior selección en bodega mediante cintas de selección, y ausencia total de productos químicos. En la bodega, dotada de la más puntera tecnología vitivinícola y con depósitos de hormigón, el vino sigue su ciclo que se completa con una lenta maduración en barricas de roble francés, americano y húngaro y a una temperatura constante de 14º durante todo el año. El resultado son vinos de altísima calidad y marcada personalidad, que destacan por su intensad aromática y elegancia en boca y que se comercializan en ediciones extralimitadas, siendo la capacidad máxima de producción de la bodega de 105.000 litros al año.
Marqués de Arviza Crianza 2006, Marqués de Arviza Reserva 2005 y el vino de pago El Tractor 2007 son las primeras añadas de la gama de Marqués de Arviza, que inaugura su actividad presentando al mercado un elegante pack que incluye las tres referencias por un precio aproximado de 39,00 €.