Un producto diferente con una materia prima tradicional
Es una crema de aceite de oliva para untar directamente. A temperatura ambiente es cremosa, mientras que al calor se derrite pero al volver a temperatura ambiente vuelve a cuajar.
No lleva ningún producto aparte de aceite de oliva, 100% natural, echo a partir de un proceso físico con las moléculas del aceite, “súper secreto” según me comento el responsable de la marca. Así, se mantienen todas las propiedades del aceite en estado líquido pero la textura de una mantequilla en pomada es ideal para untar directamente en el pan.
Pero aparte del uso simple de untar, en cocina funciona muy bien ya que te da la versatilidad de jugar con las texturas del AOVE en los menús. Se puede fundir la crema y añadir especias y aromas ya que luego vuelve a su estado de untuoso. Puedes preparar una mantequilla de aceite de oliva a las finas hierbas y con una manga poner un punto sobre unos blinis o algún vegetal. Otra curiosidad es que al poner en el congelador, una vez solido se puede usar como un helado directamente sobre unas frutas o algún bizcocho. Al ser una grasa no transmite humedad y se pueden dejar sobre tostadas o panes sin que se reblandezcan.
Es algo muy diferente que puedes incorporar al menú de un restaurante o sorprender a los invitados a un coste muy accesible. Suelen valer entre 7 y 10 euros las tarrinas de 200 gramos en las tiendas gourmet. Por ahora solo hay una marca que lo produce. Se llama Verde Esmeralda, una almazara de Úbeda (Jaén) y utilizan su aceite 100% picual que gano inúmeros premios nacionales e internacionales. Se puede comprar en http://verdesmeraldaolive.es/