El postre que favorece el ciclo del sueño
El origen del helado es muy antiguo. En Italia sostienen que los antiguos romanos son los inventores del «sorbete», para el cual utilizaban hielo, frutas y miel. En Oriente señalan que los chinos, muchos siglos antes de Jesucristo, mezclaban la nieve de las montañas con miel y frutas.
También se dice que en la corte de Alejandro Magno se enterraban en la nieve ánforas con frutas y miel para conservarlas y al momento de degustarlas se servían heladas.
El registro histórico probado se tiene del año 1660, cuando el italiano Procopio inventó una máquina que mezclaba frutas, azúcar y hielo, con lo que se obtenía una crema helada, similar a la que hoy conocemos. Procopio abrió en París el «Café Procope» donde además de café se servían helados y así se popularizó.
Durante muchos años los heladeros italianos guardaron celosamente el secreto de preparación de los helados, aunque como vendedores ambulantes lo distribuyeron por toda Europa.
En el siglo XVIII, las recetas de helados empezaron a incluirse en los libros de cocina.
Recientemente, un grupo de expertos ha desarrollado la marca Nightfood, creando un helado agradable para el sueño minimizando o eliminando los ingredientes perjudiciales, como la cafeína y los azúcares. Entre sus fórmulas destacan ingredientes como la glicina, el citrato de magnesio, el citrato de calcio y el citrato de zinc, que científicamente ayudan a mejorar la calidad del sueño.
Actualmente se han desarrollado ocho sabores con nombres que hacen referencia a la noche: Full Moon Vanilla, Midnight Chocolate, After Dinner Mint Chip, Cold Brew Decaf, Cookies n’ Dreams, Milk and Cookie Dough, Cherry Eclipse y Bed and Breakfast.
El sabor de Cherry Eclipse contiene un tipo de cereza que es naturalmente alto en melatonina (hormona involucrada en el proceso del sueño), mientras que para el Midnight Chocolate utilizan Chocamine en lugar de chocolate normal. Este ingrediente proviene del cacao pero no contiene cafeína, así que podría ser menos perjudicial para el sueño que el helado normal.
Por lo general, el helado está lleno de ingredientes que pueden interrumpir el sueño. Según un estudio realizado por la Universidad de California en San Francisco, el consumo de azúcar por la noche e incluso durante el día está relacionado con la falta de sueño, y la mayoría de los helados tienden a tener una gran cantidad de azúcar.
Por su parte, este helado no necesariamente tiene el efecto de un somnífero, pero sí ayuda a que sea más fácil dormir, comparado con un helado tradicional. Ahora las personas tienen una opción para consumir algo más saludable y con menor probabilidad de que perturbe el sueño.
Nada con exceso, todo con medida. Comer y dormir, además de ser los grandes placeres del hombre, están en la cúspide de los hábitos más importantes para poder contar con una buena salud.
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