La palabra huevo procede del latín ovum. La palabra inglesa egg deriva de una raíz indoeuropea que significa “pájaro”. Yema procede del latín gemma, que tiene tres significados: el de núcleo de huevo, el botón de un vegetal y el de piedra preciosa.
El brusco sonido de la palabra yolk (yema) tiene abundantes connotaciones de luz y vida. Se deriva de la antigua palabra inglesa que significa “amarillo”, cuyo pariente griego significaba “amarillo-verdoso”, el color de los brotes nuevos de las plantas. Tanto el inglés arcaico como el griego se derivan de una raíz indoeuropea que significa “brillar”. La misma raíz dio origen a glow (brillo) y gold (oro).
Fuente: La Cocina y los Alimentos, Harold McGee
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