Lotes de Navidad, el mejor regalo para las fiestas

Esta costumbre, con la que las empresas reconocen el trabajo y esfuerzo de sus empleados, comenzó en España en el siglo XIX

Se acercan las fiestas navideñas y vuelven esas tradiciones que hacen que estas fechas sean tan especiales y entrañables. Una de las que provoca más alegría es la relacionada con los lotes de Navidad, que resisten al paso del tiempo adaptándose a las nuevas formas de consumo. Y eso que su origen se remonta al imperio romano, cuando el patrón regalaba a sus trabajadores cestas de comida.

Esta costumbre comenzó en España y en otros países europeos en el siglo XIX. Primero fueron los organismos públicos los que agasajaban a sus empleados en las fiestas con lotes de Navidad, una práctica a la que se unieron las empresas privadas para reconocer anualmente el trabajo y el esfuerzo de sus empleados. Con los años, esta tradición se fue expandiendo más allá del sector empresarial y los lotes de Navidad se han convertido en una buena forma de agradecimiento, felicitación o cortesía entre amigos, familiares o profesionales.

A la hora de regalar lotes de Navidad, lo primero que hay que tener en cuenta es el presupuesto disponible, ya que existen cestas de todos los tamaños y precios. También es importante saber a quién nos dirigimos, así lograremos que la elección sea lo más personalizada posible. Aún así, hay productos que no suelen faltar, como embutidos ibéricos, quesos, turrones, conservas, mantecados, vinos y cavas para brindar en las fiestas.

En la actualidad, existen empresas online especializadas en este tipo de regalos con un amplio catálogo para todo tipo de necesidades. En función de lo que queramos incluir en el lote, podremos optar por unos modelos u otros con diferentes precios finales, y también en distintos tamaños. Estas compañías, que se encargan de encontrar los mejores productos, entregarán el regalo a sus destinatarios en el plazo acordado.

Si el presupuesto lo permite, el lote tendrá que incluir un jamón serrano o una paleta, ya que es el producto estrella de cualquier regalo gastronómico en España. La principal diferencia entre el jamón y la paleta es la procedencia: la paletilla corresponde a las extremidades delanteras del cerdo y el jamón a las traseras, por lo que ésta primera es un poco más pequeña. Además, la curación de la paleta es menor, pero es un obsequio perfecto si el presupuesto es más ajustado.

A la hora de elegir los vinos y licores que formaran parte de nuestros lotes de Navidad, se puede apostar sobre seguro y declinarse por vinos clásicos, como los tintos de las denominaciones de origen Ribera del Duero y Rioja, los rosados de Navarra, los blancos de Rueda o los cavas catalanes; o arriesgarse y elegir otros más sorprendentes, de denominaciones de origen menos conocidas, pequeños pagos o incluso los ecológicos y naturales, que crecen en consumo. Lo mismo ocurre con las bebidas espirituosas, ya que actualmente existen pequeñas empresas que están creando nuevas variedades de ron, whisky y ginebra, entre otras referencias.

Los caprichos dulces tampoco pueden estar ausentes de la selección de productos, desde los clásicos mantecados y turrones de diferentes sabores y texturas, pasando por los dátiles, las peladillas o los roscos de vino, hasta los más exquisitos chocolates con leche, blancos o negros, los bocados de trufas o los bombones.

Para los que deseen regalar propuestas más singulares, existen packs con diferentes aceites de oliva virgen extra o lotes de patés variados, aunque no desbancarán en originalidad a los de cervezas artesanales, los compuestos por productos veganos, para los que optaron por eliminar de su dieta el consumo de carne y de los derivados lácteos, o los de bebidas sin alcohol, los favoritos para aquellos que desean unas fiestas más saludables.

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