Este vegetal de origen indio aporta numerosos beneficios al cuerpo humano
Catalogada por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y la OMS (Organización Mundial de la Salud) como “el alimento de primer orden en el mundo y el descubrimiento del siglo”, la moringa (Moringa oleifera) es una planta originaria de la India, de las faldas del Himalaya, cuyo cultivo se reparte a lo largo de África, Sudamérica y sur de España, especialmente en climas subtropicales. De ahí que prolifere cada vez más en la zona del Rincón de la Victoria (Málaga).
Este árbol es el vegetal más nutritivo descubierto hasta la fecha. Crece sobre unos 3-4 centímetros al día y llega a alcanzar los 15 metros de altura. Se utilizan todas sus partes: las hojas, las vainas y sus semillas, que son muy codiciadas y difíciles de conseguir porque contienen los tres ácidos grasos Omega: 3, 6 y 9.
Las hojas presentan un color verde esmeralda debido al proceso al que se someten. Normalmente, se secan (deshidratan) a la sombra para mantener todos sus nutrientes, ya que el sol podría minimizar sus propiedades.
La moringa no tiene nada que ver con las hojas de stevia, edulcorante sin calorías y apto para diabéticos, ya que esta última endulza mientras que la primera aporta numerosos beneficios para el cuerpo humano. Así, posee 90 nutrientes y 46 antioxidantes; vitamina A, C y E; minerales como el calcio, hierro, magnesio y el zinc, retrasando el envejecimiento; es diurético, antibiótico y bactericida; reduce el colesterol malo y la hipertensión y mejora las funciones del hígado.
Otro valor a tener en cuenta es que aporta vitalidad al cuerpo y entre un 32-35% de proteína vegetal. Especialmente recomendable para vegetarianos y veganos.

Cómo tomar la moringa
Para consumir la moringa en polvo, es recomendable empezar los primeros cinco días con ¼ de cucharadita de café, aunque dependerá de la actividad física de la persona. Lo máximo son tres gramos al día.
Puedes mezclararla en zumos, batidos, smoothies, pescados, carnes, pastas… aunque lo ideal es consumirla en el desayuno o a media mañana ya que puede llegar a quitar el sueño.
Además, las hojas son perfectas para elaborar infusiones frías o calientes combinándolas con diferentes cítricos. También puedes añadir unas hojas a tus ensaladas, como si de orégano se tratase.
En cuanto a las semillas, no se pueden comer más de 3-4 al día. Para ello, es necesario pelarlas y comer el interior blanco.
En definitiva
Las hojas secan contienen:
- 25 veces la cantidad de hierro que las espinacas
- 17 veces más calcio que la leche
- 15 veces más potasio que los plátanos
- 10 veces más vitamina A que las zanahorias
- 9 veces más proteínas que un yogur
- 4 veces más fibra que la avena
Motivos sobran para incluir este superalimento a la lista de ingredientes diarios. Y es que, pese a parecer poco conocido, existen escritos que sitúan la moringa en el año 150 a.C., llegando a ser muy apreciada por los romanos, griegos y egipcios.
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