Consumir pequeñas cantidades diarias otorgan grandes beneficios a largo plazo
El origen de los nogales se remonta a Persia y se estima que existen 51 especies de nueces. Están llenas de grasas buenas y su consumo regular puede traer muchos beneficios para nuestro cuerpo además de dotar nuestras preparaciones de un delicioso sabor.
Los garrapiñados y las mezclas de nueces saladas consumidas como snack son clásicos favoritos, pero las nueces son tan versátiles que podemos incluirlas en todo tipo de recetas, desde ensaladas, galletas, batidos, leches vegetales y mantequillas hasta quesos veganos.
Entre las más consumidas encontramos las nueces pecanas, procedentes de Castilla, y de macadamia, originarias de la India y de Brasil. Pero la lista es larga y su disponibilidad dependerá del lugar en el que nos encontremos. Por ejemplo, en Málaga (España), cultivan las nueces pacanas, las llaman así, en vez de pecanas, ya que son características del Valle del Guadalhorce.
Cualquiera que sea la manera en la que decidamos ingerirlas, sus bondades son muchas y las cantidades requeridas son pequeñas puesto que, entre siete y diez nueces al día, son suficientes para asimilar sus nutrientes.
Entre otras cosas, las nueces sacian el apetito y nos dotan de energía. Sus antioxidantes nos ayudarán a mantenernos jóvenes y sus ácidos grasos bajan nuestros niveles de colesterol malo.
Son una gran fuente de Omega-3, y ayudan a reducir el riesgo de sufrir enfermedades inflamatorias. Gracias a su fibra, son una buena manera de evitar algunos tipos de cáncer, incluyendo el de colon, debido a que contribuyen a regular la función intestinal y a combatir el estreñimiento.
Por otro lado, su contenido de calcio, así como el de proteínas, las hace ideales para sustituir los lácteos, sobre todo si llevamos una dieta basada en plantas. Son ricas en vitaminas (B1, B2, B6 y E) y minerales (fósforo, potasio, magnesio, zinc, cobre y manganeso) contribuyendo, entre otras cosas, al correcto funcionamiento del sistema inmunológico y nervioso; a mantener una piel sana y a combatir la resequedad del cuero cabelludo, muchas veces causante de la caspa.
Lo mejor es que comerlas no nos hará aumentar de peso, pero sí incrementará nuestro nivel de serotonina. También contribuyen a la relajación del cuerpo y mejoran la calidad del sueño. Así que, a menos que seamos alérgicos a las nueces, son ideales para la alimentación de niños y adultos, incluso si son diabéticos, ya que sus niveles de azúcar son muy bajos.
Resumiendo, estos frutos secos son un superalimento que no debemos suprimir porque sus beneficios son muchos y para todo nuestro cuerpo.
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