Baumkuchen o Pastel de Árbol

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Un delicioso y sorprendente postre alemán

Conocido como Baumkuchen, Pastel de Árbol o pastel rallado, este dulce de origen alemán está formado por varias capas. Su nombre hace mención a las finas láminas que dan aspecto a los anillos interiores del tronco de un árbol.

Según cuenta la historia, la primera receta procede de un libro de cocina de 1426. También se dice que un médico rural que trabajaba para el príncipe Johann Sigismund Elsholtz preparó esta receta en forma de pan. Lo cierto es que fue a partir del siglo XIX cuando se comenzó a preparar en la comarca de Sajonia (Alemania).

Actualmente, este postre está muy difundido por todo el mundo, principalmente en Austria, Lituania, Luxemburgo, Polonia y Suecia. En Japón se puede encontrar en todas sus pastelerías.

La elaboración tradicional dista mucho de la actual, debido a que anteriormente, este postre se elaboraba en unos pinchos giratorios, como si de un horno de pollo se tratase, añadiendo poco a poco la masa para formar diferentes capas sobre una llama ardiendo. A medida que la llama cocinaba la masa, se iban formando estos característicos discos. Hoy en día, su preparación se ha modernizado preparando cada capa en el grill del horno.

Tras su cocinado, el Baumkuchen se baña en chocolate o en azúcar glas. Un postre ideal para terminar una comida acompañado de un vino dulce de la variedad Moscatel de Alejandría.

Baumkuchen y San Pellegrino
Baumkuchen y San Pellegrino

Ingredientes para 6 raciones

  • 50 g de mantequilla en punto pomada
  • 250 g de azúcar
  • 7 huevos medianos
  • 150 g de harina de trigo
  • 100 g de harina de maíz refinada
  • Sal
  • 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
  • 30 g de cacao en polvo puro

Para la cobertura y decoración

  • 200 ml de nata líquida para montar, mínimo 35% M.G.
  • 200 g de chocolate negro postres
  • 15 g de mantequilla
  • 75 g de nueces picadas
  • Cacao en polvo puro

Elaboración paso a paso

  1. Batir la mantequilla y el azúcar con ayuda de un robot o unas varillas eléctricas hasta que blanqueen.
  2. Separar las claras de las yemas y reservar las claras.
  3. Agregar las yemas, de una en una, a la mezcla de mantequilla y azúcar. Batir al tiempo que las incorporamos.
  4. Tamizar las dos harinas e incorporar a la mezcla anterior, removiendo con cuidado hasta homogeneizar.
  5. Montar las claras a punto de nieve con una pizca de sal hasta que estén bien firmes. Agregar las claras, poco a poco, y remover con cuidado con movimientos envolventes.
  6. Dividir la masa en dos partes iguales, agregar el cacao a una de ellas y la esencia de vainilla a la otra.
  7. Encender el grill del horno a 200ºC.
  8. Forrar un molde desmoldable de 18 cm con papel sulfurizado y cubrir la base con dos cucharadas soperas de masa blanca. Tiene que quedar una capa muy fina.
  9. Introducir en el horno, a media altura, y cocer entre dos y tres minutos o hasta que esté ligeramente dorada.
  10.  Retirar el molde del horno y, con mucho cuidado, distribuir dos cucharadas de masa de chocolate por encima de la capa anterior. Introducimos de nuevo bajo en grill y cocemos otros dos o tres minutos.
  11.  Repetimos esta operación, alternando las masas, hasta terminar con ellas.
  12.  Dejamos enfriar antes de desmoldar y decorar.

Para la cobertura y decoración

  1. En un cacito, calentar la nata al fuego y retirar antes de que llegue a hervir. Agregar el chocolate troceado o picado, la mantequilla y remover hasta obtener una crema homogénea. Dejar atemperar unos minutos antes de continuar.
  2. Voltear el pastel, retirar el papel sulfurizado y colocar sobre una rejilla. Bañar con la cobertura de chocolate cubriendo bien los laterales.
  3. Dejar endurecer ligeramente antes de decorar con nuez picada y espolvorear (opcional) con cacao en polvo.

‘Armonías en Sabores y Fragancias’. Por Juan Muñoz Ramos.

Después de unas fiestas tan gastronómicas tanto en variedad como en cantidad, resulta un poco difícil empezar a aconsejar nada más empezar el nuevo año, pero siempre entre los diferentes obsequios vinícolas que no han traído amigos y familias, quedó una botella de un perfumado Moscatel.

S.Pellegrino y Floralis
S.Pellegrino y Floralis

En este caso, el tradicional y mediterráneo Floralis Moscatel Oro, intenso y perfumado que, tomado solo, pues nos resultaría igual un poco pesado. Si lo combinamos con agua S.Pellegrino y sabemos armonizar los sabores de la mermelada de frutos rojos y el chocolate con la fragancias cítricas del Moscatel y la fina acidez y burbujas del agua, crearemos una trilogía casi perfecta.

Esa copita pequeña de Floralis acompañada de un generoso vaso de agua S.Pellegrino nos aportará una calidez fresca y placentera cuyos recuerdos nos van a acompañar todo el día.

Trucos

  • La decoración se puede variar al gusto, usando solo cobertura de chocolate, almendra u otro fruto seco en lugar de nuez, etc.
  • Para un pastel con más altura usar un molde de 16-14 cm. El efecto árbol será más impactante.
  • La esencia de vainilla se puede omitir o sustituir por esencia de almendra.

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