La historia que originó la botella de vino antifraudes

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Un afamado enólogo de Borgoña fue clave para desenmascarar a un falsificador

Laurent Ponsot, un enólogo de Borgoña, fue la pieza inicial y clave para el arresto del falsificador de vinos, Rudy Kurniawan. Ponsot junto con la FBI desenmascararon al joven y brillante coleccionista de añadas antiguas. Este hecho llevó al borgoñón a realizar una botella de vino con alta tecnología antifraudes.

Un artículo en Los Angeles Times en 2006 retrató a Rudy Kurniawan como un joven indonesio rico y elegante, que no dudaba en gastar un millón de dólares al mes en subastas de vino.

La colección de Rudy Kurniawan alcanzaba casi las 50.000 botellas y tenía una gran predilección por las botellas viejas de Burdeos y Borgoña. Kurniawan no era solo un comprador. Se había ganado la confianza de las grandes casas de subastas a las que también les vendía botellas, lo que le permitió obtener 36 millones de dólares en un año. Rudy no dudaba nunca en compartir sus botellas míticas con amigos amantes del vino.

[pullquote]MOLE, LA SALSA MÁS TÍPICA DE MÉXICO[/pullquote]Cuando Laurent Ponsot formaba parte del equipo Ponsot en Morey-Saint-Denis, (Borgoña, Francia), un gran coleccionista dispuesto a adquirir en una subasta en Nueva York algunas añadas de los años 40 y 50 de este domaine, decide enviar un email para obtener algunas reseñas. En ese momento Laurent Ponsot responde: ¡El domaine produce Clos-Saint-Denis desde 1982!.

En avión, Laurent Ponsot llega justo a la apertura de la subasta y evita la salida de sus vinos falsificados. Laurent no quiere detenerse allí y consigue una entrevista con el vendedor: Rudy Kurniawan, que además no recuerda dónde o cómo compró el famoso Clos-de-la-Roche 1929. El domaine comenzó el embotellado de ese vino en 1934. Ese vino no existe.

El FBI contactó con Laurent Ponsot, que se trasladó a Nueva York para colaborar y proporcionar todas las pruebas necesarias. Rudy Kurniawan estuvo en prisión y fue liberado bajo una fianza de 175.000 dólares.

Laurent Ponsot continúa su lucha, explicando con decepción que, en la actualidad, el 80% de los vinos de los dominios más famosos de Borgoña subastados y que datan de antes de los años 80 son falsos.

El asunto de Rudy Kurniawan impulsó los esfuerzos de Laurent Ponsot para crear una botella anti fraudes. Laurent creó su marca “Ponsot” y ha desarrollado un sistema con cinco piezas únicas.

  1. La botella está fabricada con un molde único.
  2. La etiqueta contiene un sensor de temperatura
  3. El cierre de polímero, en lugar de un corcho tradicional, se elabora en un único lugar de planeta.
  4. El chip a prueba de manipulaciones, se puede escanear y leer con un teléfono inteligente. El chip revela si la botella se ha abierto, creando un sistema «anti-recarga».
  5. Seis chips incrustados en cada envío de vino Grand Cru que monitorean el almacenamiento y la temperatura del vino.

El sistema ahora está disponible para los enólogos de todo el mundo a través de eProvenance y Selinko.

Y sí, aunque un falsificador ambicioso podría duplicar esta tecnología, a pesar de que el costo seguramente sería prohibitivo, esta es una forma de hacer menos fácil la falsificación de botellas de vino.

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