Esta receta especiada tiene su origen en la Antigua Roma
Fue bajo el Imperio Romano, alrededor del año 20 d.C., cuando se inventó el primer vino caliente y especiado. Se trataba de hervir miel en vino, luego agregar especias (pimienta, masilla, nardo, laurel, azafrán…), dátiles tostados y otros empapados en vino. Luego todo se diluía en un vino de calidad para suavizar la mezcla.
Para encontrar una preparación que se acerque a la que se consume hoy en día, hay que remontarse hasta la Edad Media. En el siglo XIII, la ciudad de Montpellier era famosa por la preparación de vinos picantes y su comercialización. A esta ciudad portuaria llegaban las especias de Oriente y, entre ellas, la reina de los vinos picantes era el clavo de olor.
[pullquote]MINI PIZZAS DE COLIFLOR[/pullquote]Suecia también adoptó la tradición del vino caliente cuando el rey Gustavo, un gran amante de esta mezcla, la preparó con vinos del Rin. Estos vinos estaban acompañados de azúcar, miel y especias (canela, jengibre, cardamomo y clavo). No fue hasta el año 1600 que esta bebida aristocrática se hizo popular y tomó el nombre de “Glögg” (vino caliente). Los hogares suecos comenzaron a producir su propio “Glögg” en casa 150 años después.
A partir de 1890 y durante el periodo navideño, la tradición del vino caliente creció en Europa. Cada comerciante de vinos ofrecía su propia versión, vendiéndolas en botellas con divertidas etiquetas.
Con el paso de los años, en Francia se le llamó “vino francés” al vino caliente. Era cálido y dulce, aromatizado con canela, que se usaba en todas las posadas a finales del siglo XIX. Posteriormente, solo se le llamó “vin chaud”. De ahí hasta los Alpes. El vino caliente se extendió por Italia, donde se le conoce como “vino brulè” o “vino bruciato”. En Inglaterra se le llama “Mulled” o “Hot Wine” y en Alemania, como “Glühwein”.
Un gran tema es el vino mismo. Más allá de que para los conservadores el usar vinos para agregarles sabores sea una condena a la hoguera, cierto es que no todos los vinos se prestan bien para este fin. En todo caso, si se desea preparar en casa un vino caliente, se deben buscar vinos ligeros, semisecos y con una buena chispa gustativa. Es importante dejar a un lado los tintos con paso por barrica.
Ingredientes para 6 copas de vino tinto caliente
- 1 botella de vino tinto
- 1 naranja
- 100 g de azúcar en polvo
- 1 rama de canela
- 1 estrella de anís estrellado
- 2 clavos de olor
- 1 pizca de nuez moscada rallada
Elaboración
- Lavar y secar las frutas.
- Cortar las frutas en rodajas y reservar.
- Calentar el vino en una olla a fuego suave.
- Agregar dos clavos de olor, una rama de canela, el anís estrellado y las rodajas de naranja.
- Añadir los 100 g de azúcar. Continuar a fuego suave, siempre revolviendo para evitar que se caramelice el azúcar o la base de la olla. Note cómo aumenta el aroma de la bebida.
- Justo antes de que rompa el hervor, apagar el fuego, colar la bebida y servir.
Disfrute de este vino caliente con galletas de mantequilla caseras, chocolate amargo o frutos secos.
El vino caliente sigue siendo la estrella de los mercados navideños de Alemania, Alsacia-Mosela, Austria, Francia, Suiza, Bélgica, los Países Bajos, Polonia, Luxemburgo, la República Checa y Rumania.
Y no te pierdas el Pavo Wellington, aquí puedes encontrar la receta paso a paso.
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