Vino y Turismo en la Costa del Sol

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A pesar de la crisis económica internacional  que tan gravemente está afectando a nuestro país, España sigue siendo un destino turístico muy codiciado, tanto para turismo convencional como para turismo residencial.

[Pancho Campo] Por suerte para nuestra economía, hay muchas regiones que han visto un aumento importante de turistas. La Costa del Sol  ha sido una de estas regiones que ha tenido una muy buena temporada con Marbella a la cabeza en gasto per cápita y número de turistas. El turismo español es el que más ha sufrido desde 2008 disminuyendo la cantidad de turistas españoles que han visitado la zona pero sobre todo ha bajado lo que se gastan en alojamiento, restauración servicios y compras. No obstante, esta bajada del turismo nacional se ha visto compensada por una afluencia de turistas extranjeros de Rusia, Escandinavia, Alemania y el Medio oriente.

Este tipo de mercado y estos clientes deberían servir para mejorar considerablemente las ventas de vino, principalmente en temporada alta. Son millones de turistas los que nos visitan cada año y que, en teoría, deberían ser grandes consumidores de vino español. No solo eso, estos clientes se deberían aficionar al vino de las diferentes denominaciones de origen y desarrollar una lealtad al producto para que lo sigan consumiendo al volver a sus países de origen. Si cada turista en edad de beber alcohol consumiese una botella de vino durante sus vacaciones estamos hablando de mas de 40 millones de botellas. Además, hay una grandísima ventaja para cualquier turista, el vino en España es más barato que en cualquier país de la UE, EEUU y Asia. ¿Dónde esta el fallo? ¿Por qué los turistas no consumen el vino español que cabe esperar? ¿Por qué cuando los americanos, ingleses o escandinavos vuelven a su país compran vino chileno o australiano?

Una de las principales causas para que el turista no se entusiasme con el vino español es que en su país de origen hay un gran desconocimiento de que en España existe una importante industria vinícola. No somos tan conocidos entre el consumidor de muchas naciones como quisiéramos o como muchos se creen. Por tanto, cuando muchos turistas vienen a España el vino no es una de las puntos que tiene en su lista de cosas por hacer o probar.  Os puedo garantizar de que muchísimos turistas que visitan la Costa del Sol, incluidos los españoles, no saben que hay una historia vinícola fantástica, unos vinos dulces maravillosos y unas bodegas en Ronda dignas de ser visitadas.  El llamado enoturismo o turismo del vino está muy bien si se hace adecuadamente pero si los potenciales visitantes no saben que existen estas posibilidades, ¿cómo se van a interesar en visitas a Ronda? Y si no hay promoción de los vinos locales ¿cómo pretendemos que los pidan en los restaurantes?

La oferta y las cartas de vino en chiringuitos, bares y restaurantes de la zona suelen ser bastante pobres. Las cartas de vino no suelen ser nada llamativas, con explicaciones muy flojas y con una selección generalmente bastante aburrida. El vino por copas brilla por su ausencia precisamente en los lugares donde más se podría fomentar esta práctica. Los chiringuitos son los sitios ideales para fomentar el consumo de copas de vinos blancos, rosados, finos, manzanillas y cavas. No obstante, estos vinos han de ser anunciados y dados a conocer. Si el cliente no sabe que existen, lo que son y que están disponibles para pedir por copas jamás los pedirá. Por tanto no solo se trata de que haya una carta bien diseñada sino de que el consumidor la lea, la entienda y se entusiasme. Ojo, no hace falta tener una carta extensa y demasiado sofisticada, los chiringuitos y muchos restaurantes de vacaciones no son el sitio ideal ni están los tiempos para florituras pero siempre se puede tener una selección de vinos interesantes y agradables bien presentados.

El servicio es fundamental a la hora de promover un vino y que tenga rotación. No estoy hablando de sumilleres, decantadores y toda esa parafernalia. A lo que me refiero es a la actitud de los camareros y encargados de los restaurantes a la hora de ofrecer el vino por copas o de intentar convencer al consumidor de que pida una botella. Lo que no se puede es llegar a la mesa y solo decir ¿”van a tomar vino los señores”? Aparte de que los camareros han de ser bilingües, la actitud debería ser la de “señores, hoy les puedo ofrecer una copa de cava, fino o rosado por x euros” – “hoy tenemos los siguientes vinos en oferta” – “con este plato yo le recomiendo una copa de tal o cual vino”. De la misma forma que en muchos restaurantes nos ofrecen el “especial del día” o “fuera de carta también tenemos”…….ese mismo enfoque se debería usar para el vino. En una sola palabra: hay que educar al personal para que sepan promocionar los vinos del restaurante y sepan motivar al cliente.

A nivel de promoción, no se hace mucho de cara a los turistas. Por ejemplo, en muchas discotecas o restaurantes de zonas turísticas se ven azafatas promocionando marcas de ron, ginebra o vodka. Nunca he visto promociones de vinos o cavas, ni azafatas, ni fiestas ni nada que promueva el consumo entre los turistas. Como tampoco veo en las oficinas de turismo, hoteles o agencias de viaje  promoción de excursiones a bodegas, cursos de cata, degustaciones, etc. Por lo menos en la Costa del Sol no se promociona para nada la maravilla que es el turismo del vino en Ronda. Siempre he pensado que Ronda podría ser el Napa Valley español, con muchas ventajas sobre California gracias a su riqueza histórica, su gastronomía y su cultura, además de la cercanía con Marbella que le permite a los turistas disfrutar de la playa y el estilo de vida marbellí. Pocas cosas crean más lealtad a una marca de vino que una visita simpática y agradable a la bodega.

En fin, este sector puede ser una “mina de oro” para las bodegas a la hora de vender vino y de crear lealtad al vino español para que los turistas sigan consumiendo nuestro vino cuando regresen a su país de residencia. Son muchas las ventajas que tiene este grupo al cual no se ha sabido conquistar. Son millones los que nos visitan cada año, muchos tienen un poder adquisitivo interesante, están acostumbrados a pagar precios más altos por el vino, al estar de vacaciones gastan más y tienden a consumir más alcohol durante el día. La clave está en la educación del personal Horeca y de los distribuidores locales, en la promoción y el marketing. Las bodegas de la zona y los profesionales del sector tienen que aunar esfuerzos para aprovechar una oportunidad única.

Esperamos tu opinión sobre el vino en las ciudades de Costa. ¡¡Cuéntanos!!

P. D. Recuerden que estamos en Twitter: @gourmetjournal y Facebook.

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