Red Velvet Cheesecake

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Un exquisito y esponjoso pastel rojo intenso para tus mejores fiestas

Como suele pasar con muchas recetas, el origen de la elaboración de la Red Velvet, también conocida como tarta terciopelo rojo, es incierto. Se trata de un esponjoso bizcocho rojo intenso relleno de una crema de queso y terminado con el mismo bizcocho desmenuzado por encima o frutos rojos.

Según algunos libros, la Red Velvet Cake estaba en la carta de postres del famoso Hotel Waldorf Astoria (Nueva York), cuna de grandes bartenders y elaboraciones como la ensalada Waldorf, con apio y manzana, o versiones como el cóctel Opal a base de ginebra. Este bocado dulce era la seña de identidad del hotel.

Durante los años 40 y 50, Eaton, la cadena de tiendas canadiense, poseía en sus lineales la Red Velvet, haciéndola suya y sin difundir la receta excepto a algunos empleados y bajo juramento. Otra hipótesis, posiblemente la más fiable, indica que, durante la Segunda Guerra Mundial, los pasteleros empezaron a añadir jugo de remolacha cocida a los bizcochos para hacerlos más apetecibles, aportándole un toque diferente a los habituales.

El furor por esta receta, que la hizo tan popular, surgió por su aparición en la película Magnolias de Acero (1989). En ese caso era una tarta de boda con el color predominante de este pastel y decorado con el frosting de queso y un toque de esencia de vainilla.

Dale un toque sweet a tus fiestas con esta Red Velvet Cheesecake en armonía con S.Pellegrino. ¡A disfrutar!

Red Velvet Cheesecake y S.Pellegrino
Red Velvet Cheesecake y S.Pellegrino

Ingredientes

Para el bizcocho Red Velvet

  • 250 ml de leche
  • 2 cucharadas de zumo de limón
  • 320 g de azúcar
  • 2 huevos
  • 120 ml de aceite de oliva
  • Esencia de vainilla
  • 300 g de harina
  • 1 cucharada de cacao
  • 2 cucharadas de vinagre blanco
  • 1 cucharada de bicarbonato
  • Colorante rojo

Para el cheesecake

  • 6 g de gelatina
  • 250 g de queso crema
  • 80 g de azúcar glas
  • 1 yemas de huevo
  • 150 ml de nata para montar
  • 20 ml de leche templada

Para el frosting

  • 70 g de mantequilla
  • 70 g de azúcar glas
  • 200 g de queso crema
Red Velvet Cheesecake
Red Velvet Cheesecake

Elaboración paso a paso

Para el bizcocho

  1. Mezclar la leche junto con el zumo de limón. Dejar reposar durante 10 minutos.
  2. En un bol, disponer el azúcar y los huevos. Montar hasta duplicar.
  3. Añadir poco a poco el aceite de oliva sin parar de mezclar para emulsionar la mezcla.
  4. Incorporar la esencia de vainilla y poco a poco, la harina tamizada y el cacao.
  5. Añadir la leche y el zumo limón que previamente ha reposado.
  6. Mezclar el vinagre y el bicarbonato y cuando burbujee, agregar a la masa.
  7. Remover bien y añadir el colorante rojo hasta lograr un color intenso.
  8. Disponer en el molde. Hornear a 170 grados durante 25 minutos.

Para el cheesecake

  1. Hidratar las hojas de gelatina en agua fría.
  2. En un bol, mezclar el queso crema y el azúcar glas.
  3. Añade una yema de huevo. Homogeneizar bien.
  4. Monta la nata y añádela con movimientos envolventes a la mezcla anterior.
  5. Escurrir la gelatina y disolver en leche templada.
  6. Por último, incorpora la gelatina a la mezcla y mueve rápidamente.

Para el montaje

  1. Desmoldar los bizcochos una vez estén fríos.
  2. Forrar uno de los moldes con film transparente.
  3. Disponer un bizcocho Red Velvet dentro del molde.
  4. Luego, una capa de cheesecake, el bizcocho y terminar con el cheesecake.
  5. Cubrir con film y enfriar en la nevera.

Para el frosting

  1. Mezclar la mantequilla en pomada con el azúcar glas.
  2. Añadir el queso crema y remover bien.
  3. Desmoldar el bizcocho con el cheesecake y colocarlo sobre un plato plano.
  4. Cubrir completamente con el frosting.
  5. Enfriar y decorar con frambuesas. 

‘Armonías en Sabores y Fragancias’. Por Juan Muñoz Ramos.

En esta armonía casaremos dulce con dulce. Hablamos de un cheesecake con un bizcocho dulce como base, pero, si todo fuese dulce, este plato y sus acompañantes serían bastante difícil de digerir, y nosotros siempre buscamos la felicidad a través de la gastronomía.

S.Pellegrino y Waltraud Riesling
S.Pellegrino y Waltraud Riesling

Es por eso que el vino Waltraud, elaborado con la uva Riesling, combina a la perfección, debido a su acidez fresca con un azúcar residual llena de aromas. Aun así, nos quedaríamos un tanto cortos, y aquí es donde aparece la bebida principal de una mesa, la primera que se sirve siempre y la última que se retira. Hablamos del agua S.Pellegrino, burbujas cremosas, sápidas y con un punto de acidez que ayudan a nuestra digestión de una forma placentera.

S.Pellegrino y Waltraud son una pareja que, gracias a sus características, crean una simbiosis de sabores donde uno ensalza al otro. Una ligera composición de azúcar residual, aromas frescos y frutales, acidez, burbujas y sapidez. En definitiva, placer.

Agua-Plato-Vino es una trilogía que nunca falla, solo hay que elegir momentos, formas y acompañantes y dejar que la imaginación nos conduzca a través de los sentimientos.

Trucos

  • Para poder trabajar mejor, atempera el queso crema dejándolo a temperatura ambiente una media hora antes.
  • El colorante rojo puedes conseguirlo en tiendas especializadas de pastelería y repostería, y también por internet. 
  • Las frambuesas le van muy bien al postre. Si tienes fresas, arándanos o grosellas, añádelas, le aportarán un toque de acidez.

Receta paso a paso: POLLO COSMOPOLITAN

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